Frutas Deshidratadas y la prevencion del cancer

Las frutas deshidratadas no son más que frutas a las que se les ha extraído la mayor parte de su contenido en agua. Pueden secarse de forma natural al sol o bien pueden utilizarse secadores singulares o bien aparatos deshidratadores.

Al no contener agua, las frutas desecadas disminuyen en buena medida su tamaño y se transforman en un tentempié hipercalórico rico en nutrientes.

Las frutas secas o desecadas sostienen exactamente el mismo valor nutricional que una pieza de fruta fresca, pero sin tener en cuenta el contenido de agua. Sin embargo, debido a su reducido tamaño, por peso poseen prácticamente cuatro veces más la cantidad de vitaminas y minerales que la pieza de fruta fresca.

En adición, las frutas deshidratadas son singularmente ricas en fibra y potasio y por su elevado contenido de antioxidantes y otros compuestos vegetales ofrecen diferentes beneficios saludables. Con una gran cantidad de ácido fólico o vitamina B9, que participa en la regeneración de nuevas células y muy aconsejado de ingerir durante los embarazos para reducir la posibilidad de defectos congénitos al bebé.

Las frutas desecadas tienen grandes propiedades esenciales antioxidantes y antiinflamatorias, gracias a su elevado contenido de antioxidantes. Por tanto, consideramos que las frutas deshidratadas son un buen método para prevenir el cáncer.

Por ello consumir frutas deshidratadas reduce el riesgo de padecer cáncer. En visión de varios estudios, el consumir 400 gramos diarios de fruta y verdura ayudará a nuestro cuerpo a reducir el riesgo de padecer:

Cáncer oral (en un 50%).

Cáncer de esófago (en un 40-50%).

Y el cáncer de pulmón, de estómago y de colon.

También son Ricas en fibra, las frutas desecadas son una fuente buenísima de fibra, un hidrato de carbono no asimilable esencial para el organismo, son capaces de proteger y fortalecer los huesos con enfermedades. Hay estudios tanto en animales como en humanos que prueban que el consumo de ciruelas pasas no solo ayuda a prevenir la pérdida de hueso, sino que asimismo la revierte.

Además, las frutas desecadas acostumbran a tener grandes cantidades de nutrientes implicados en la salud ósea, como el calcio, el magnesio, el boro o la vitamina liposoluble K.





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